Los procesos inflamatorios e infecciosos pueden tener una forma de presentación insidiosa, con un origen incierto que puede llegar a pasar desapercibido mediante los métodos habituales de inspección clínica, incluso después de realizar historias clínicas meticulosas, exámenes físicos exhaustivos, cultivos biológicos (en sangre u otras muestras), radiografías estándar,… etc, pudiendo retardar el diagnóstico e impidiendo por tanto su correcto manejo clínico.\r\n
La Medicina Nuclear ofrece herramientas que posibilitan la localización de estas alteraciones utilizando para ello diversos compuestos como los leucocitos marcados con 111Indio o 99mTc-HMPAO, el 67Galio o la [18F]FDG (PET/TC), entre otros.
El espectro de aplicaciones clínicas abarca:
- Estudio de fiebre de origen desconocido.
- Estudio de patología pulmonar y mediastínica, especialmente en pacientes inmunodeprimidos.
- Sospecha clínica de Endocarditis y monitorización de la respuesta a la terapia antibiótica.
- Diagnóstico y evaluación en pacientes con sospecha de infección en prótesis vasculares.
- Evaluación y seguimiento de procesos inflamatorios activos linfocíticos o granulomatosos, como Sarcoidosis y Tuberculosis.
- Evaluación y seguimiento de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal.
- Patología ósea: Osteomielitis, Discitis, valoración de prótesis, enfermedad articular, patología reumatoidea.
- Diagnóstico de Absceso cerebral.
- Diagnóstico diferencial entre foco séptico y secuela post-traumática después de una intervención quirúrgica.