El uso de radiotrazadores para el estudio del sistema genitourinario aporta una valiosa información funcional que permite el diagnóstico y manejo de diversos problemas. Como sucede en otros campos de la Medicina Nuclear no todos los estudios gammagráficos son iguales, sino que existen diversos protocolos e isótopos que se pueden aplicar dependiendo del tipo de patología que se quiera estudiar. Los radiotrazadores más utilizados son el [99mTc]Tc-MAG3 (mercapto-acetil-triglicina), el [99mTc]Tc-DTPA (ácido dietilentriaminopentacético) o el [99mTc]Tc-DMSA (ácido dimercaptosuccínico). En cuanto a sus aplicaciones destacamos las siguientes:
Renograma basal:
- Evaluación de la función renal.
- Determina la contribución de cada riñón al porcentaje de la función renal total.
Renograma diurético:
- Permite diferenciar entre estenosis obstructivas o dilataciones de la unión pielo-calicial.
Renograma post IECA:
- Diagnostica o descarta la presencia de hipertensión de origen renovascular.
- Transplante renal
- Evaluación de flujo arterial y función.
- Ayuda en el diagnóstico de rechazo y necrosis tubular aguda.
- Detección de fugas urinarias, infartos u obstrucciones de salida.
Cistogammagrafía
- Directa: investiga sobre la existencia de reflujo vesico-ureteral.
- Indirecta: mismo objetivo que la anterior aunque difiere en la técnica. Se utiliza en pacientes con problemas para el sondaje.\r\n
Gammagrafía cortical renal
- Descarta o confirma la existencia de daño cortical provocado por pielonefritis.
- Diagnostica malformaciones renales.
- Permite el estudio de la función renal.\r\n